jueves, 17 de julio de 2014

Duda.


Y entonces, la mayoría de las veces, la vida se burla, me engaña y se encarga de decirme: tú nunca serás feliz…

De nubes y de encuentros
es que te encargo esta vida mía,
maldita
como quien besa la hierba fría.

Descargo dolores en lugares
del pasado
donde ya no abunda más que
aquella existencia que es presente
y lejanía,
almismotiempo.

Fuentes luminosas me miran
desde el horizonte
invitándome a seguir,
pero oscuridad encuentro
desde acá,
donde ciega me veo en el espejo
que refleja el alma adormecida.

No penetro los saberes con insistencia
mas de cualquier manera éstos se me vienen
encima,
tratando de atacarme
cual violento al buscador de paz.

No se entiende el viaje
sin antes planificar el destino,
más aún si se lleva en sí mismo
posiciones de extrema demencia
que inquietan el espíritu.

Una casa de mil colores
se desvanece a lo lejos,
la miro y ya no existe
¿De verdad estuvo ahí?

Profetas paganos y
diosas venenosas,
todos quienes me rodean
alientan el proceso de desvanecimiento,
y en el trayecto, muero un poco.

Nací cuando morí
y morí y volví a nacer,
porque nada termina:
se transforma.

Y luego un grillo canta,
pero ya no es un grillo,
es un ángel
que me grita y no contesta,
no contesta cuando le pregunto qué quiere.
Me llena de incertidumbre
y danza frenéticamente
con sus amigos...
se ha burlado de mí.

No existe proceso en la tierra
que no contemple tristeza y alegría,
no existe duda más certera
que mirarte y saber que no estás.

¿Cómo se entiende entonces
lo que no debe entenderse?
¿Cómo se extiende entonces
 lo que no tiene extensión?
¿Cómo se muere, sin vivir antes?

Posibles soluciones me alcanzan
y me hablan.
Las escucho
y medito,
sólo medito.



Mayda Plant