lunes, 13 de junio de 2016

Breve historia del niño postre.


Esta es la breve historia del niño postre, el que sólo era apreciado por los comensales en las cenas, pero al final de ellas, onda, lo esperaban pa' devorarlo. 
El niño postre lloraba porque quizás quería ser plato de fondo o entrada, o tal vez algo na' que ver con comida, ponte tú, jirafa o silla... Pobre. Muchas veces se desesperaba, perdía el control y se ponía agrio, pa' que así nadie lo encontrara "rico", pero igual los hambrientos culiaos se lo comían porque el postre es el postre po hueón.

Un día se rebeló heavy y salió corriendo a la calle, dejó la cocina atrás y disparao pa' afuera escapó. Pensó que era lo correcto, ideal para él que ya estaba chato de ser aplaudido por ser postre no más, sin cuestionamientos. Viró. No era necesario ir tan lejos. Se refugió en un supermercado (sin saber que lo era, porque nunca había salido "al mundo") y para su desgracia lo agarraron los reponedores y lo pusieron al lado de un Chandelle (¡cuec!).

Imaginarán entonces que siguió siendo postre (no se puede cambiar de un día pa' otro), pero ahora estaba enamorado de esa chandella de lúcuma vecina suya, tan bonita y amarilla. "Filo"-pensó- "Al menos ahora soy un poco más feliz".



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